La Agencia Tributaria lanza una operación contra la actividad en ‘B’ de distribuidores de productos chinos

La Agencia Tributaria ha desplegado un megaoperativo contra el fraude fiscal y la economía sumergida en el sector de la importación, distribución y venta de productos procedentes de China, como son textil, calzado, juguetes, pequeño menaje y papelería, entre otros.

La denominada operación «Dragón» implica el inicio de actuaciones inspectoras sobre 66 sociedades y 6 personas físicas en paralelo al registro de 61 naves situadas en polígonos de 11 comunidades autónomas que son puntos clave para la introducción en España de mercancía procedente de Asia, caso de Cobo Calleja (Fuenlabrada, Madrid), El Carrús (Elche, Alicante) y Badalona Sud (Barcelona), entre otros.

La operación “Dragón” tiene su origen en el dilatado conocimiento, por parte de la Agencia Tributaria, a partir de multitud de inspecciones e investigaciones efectuadas en los últimos años, de los esquemas de actividad en ‘B’ que se vienen utilizando en el sector de la importación, distribución y venta de productos asiáticos, y que llevaron a la determinación de enfocar el control de estas actividades desde una óptica global, a partir del éxito de anteriores operaciones sectoriales a nivel nacional en distintos sectores de actividad.

En este sentido, la Agencia Tributaria ha resultado muy relevante la aportación de la ONIF en la clarificación de la compleja mecánica defraudatoria existente en este sector, y en particular las experiencias adquiridas en la operación de noviembre de 2014 denominada “Juguetes”, en relación con las mecánicas de introducción e importación de mercancías sin declarar o declarando a bajo coste, por medio de intermediarios especializados.

“Las sociedades afectadas por la operación venían declarando un margen de explotación (beneficios sobre cifra de negocios) de apenas el 1,7% de media, 20 veces inferiores a los estimados para el conjunto del sector, dado que las investigaciones previas vienen a determinar que el margen real en la actividad de importación y distribución de este tipo de productos ronda el 40 %”, ha explicado la Agencia Tributaria.

En teoría, muchas de estas empresas realizaban operaciones millonarias y ampliaban su negocio mientras declaraban pérdidas de manera sistemática. A su vez, en inspecciones previas a otras empresas del sector que se analizaron como antecedentes de este operativo, se pudo comprobar que el 70% de todas las ventas y compras eran en ‘B’, proporción prácticamente coincidente con la del uso de efectivo.

CUENTAS ‘PATERA’ Y FACTURAS FALSAS DE RESPALDO

Las investigaciones previas han permitido constatar la existencia de un intenso movimiento de efectivo que es ingresado en cuentas bancarias que los investigadores denominan “patera”, dado que sirven de instrumento para que distintos empresarios del sector, sin necesidad de estar conectados entre sí, envíen importantes remesas de efectivo, tanto a sus proveedores en China, como a otras cuentas de los propios empresarios en su país de origen.

También habían comprobado los investigadores, a partir del estudio de las compras de particulares y minoristas en estos polígonos, la existencia de una doble operativa de estas empresas en relación con su facturación. Por un lado, cuando sus clientes no les exigían factura, directamente vendían en ‘B’. Por otro, cuando realizaban ventas a tiendas y negocios que declaraban correctamente, compensaban el “sobrecoste” de los impuestos generados por estas ventas ‘oficiales’ mediante el acopio de facturas falsas para incrementar ficticiamente sus costes.

COMPRAS MASIVAS Y EN EFECTIVO

Al mismo tiempo, en algunos de los polígonos objeto de esta actuación se ha detectado que numerosos empresarios minoristas y distribuidores acuden personalmente a cargar mercancía con sus coches particulares o pequeñas furgonetas, efectuando en efectivo una parte significativa de los pagos y eludiendo así lo que sería una actividad comercial ordinaria, con pedidos seguidos de envíos al cliente y posterior pago bancario de estos pedidos.

Según la Agencia Tributaria, la razón de esta forma de proceder no es otra que la ventaja que obtienen estos clientes en el precio de los productos, ventaja que, en parte, es consecuencia del bajo precio inicial en la importación pero que, especialmente, se debe a la falta de pago de los impuestos directos y especialmente del IVA que grava estas operaciones. “No es extraño que los pagos se produzcan en efectivo incluso por importes superiores al máximo de 2.500 euros que admite la normativa”.

Esta situación ha llevado a que, junto con el dispositivo principal desplegado en el interior de los locales objeto de los registros e inspecciones, se sume un segundo dispositivo de control paralelo, mediante el cual se procede a identificar los transportes de mercancías que tienen por origen y destino el polígono, al objeto de verificar la posible existencia de mercancías compradas o vendidas en ‘B’ y actividades ilícitas en el transporte.

HACIA UN REAJUSTE INTEGRAL DEL SECTOR

Con todos estos antecedentes, y tras seis meses de investigaciones sobre el colectivo seleccionado, se puso en marcha el dispositivo de entrada y registro de la operación “Dragón”, que afecta a 61 locales de las sociedades inspeccionadas en 11 Comunidades Autónomas: Andalucía (11), Aragón (1), Asturias (1), Baleares (2), Canarias (3), Castilla y León (4), Cataluña (13), Extremadura (1), Galicia (7), Madrid (8) y Comunidad Valenciana (10).

Los investigadores de la Agencia Tributaria estiman que los polígonos afectados por las actuaciones distribuyen más del 50% de todas las mercancías que entran en España procedentes de China en diversos segmentos de los sectores del textil, calzado, juguetes, pequeño menaje y papelería, entre otros.

El objetivo de estas actuaciones no pretende ser, exclusivamente, la regularización puntual de las empresas inspeccionadas, sino también concienciar de una forma permanente a los empresarios del sector de que esta forma irregular de funcionamiento no puede continuar, y que la Agencia Tributaria ha emprendido una campaña de seguimiento global de las declaraciones fiscales del colectivo.

De hecho, si bien esta operación se inserta en el plan de control del fraude de 2017, un objetivo relevante de la misma es también evitar que esta forma de actuar persista, induciendo a los empresarios del sector a unos mejores comportamientos fiscales. Para ello, está previsto visitar adicionalmente otros comercios del mismo ámbito, al objeto de verificar su forma de facturación y cobro, aprovechando la experiencia previa de la operación “Dragón” en relación con diversas magnitudes de la actividad, como sus ratios reales, estructuras de costes, manejo del efectivo, canales de aprovisionamiento y métodos de pago a profesionales y trabajadores. La evolución del comportamiento tributario del colectivo en los próximos trimestres será tomado en consideración a la hora de definir futuros planes de control sobre el mismo.

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